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II
Se han aliado con la vaca, pero la vaca no se da por aludida. La vaca y el mono, los dos animales sagrados más insolentes. Hay vacas en Calcuta por todos lados. Cruzan las calles, se atraviesan en una vereda y la hacen intransitable; defecan ante el automóvil del Virrey, examinan las tiendas, amenazan el ascensor, se instalan en el descanso de la escalera, y si el hindú fuera comible ya se lo habrían comido. En su indiferencia por el mundo externo,también es superior al hindú. Visiblemente, no busca explicaciones, ni verdades en el mundo externo. Maya
, todo eso. Maya
, este mundo. Eso no cuenta. Y para comer un simple puñado de hierba, necesitan más de siete horas para meditarlo. Michaux